Madrid, cuna de culturas, siempre se ha nutrido de las tradiciones y costumbres de todas las personas que han vivido en sus calles. Y ha sido tanta la gente que ha habitado estas tierras, que el origen de los bartolillos se pierde en la memoria y en el tiempo. Estos buñuelos no son más que bollería, pero rellenos de nata. Un postre muy aromático, con las especias típicas de Semana Santa, y muy fácil de hacer, el resultado vale la pena el esfuerzo.
Hay quien dice que vino de la mano de los primeros romanos que visitaron las tierras de Madrid, por entonces todavía casi vírgenes. Otros encuentran su origen en postres similares preparados en la época de Al Ándalus. De todos modos, este postre, llevado casi a la extinción, todavía se prepara en algunos lugares de Madrid, resistiéndose a morir.
Ingredientes para los bartolillos:
Para el relleno de crema pastelera
- 250ml de leche
- 65 g de azúcar
- 25 g de maicena
- 1 huevo
- 1 rama de canela
- La piel de ½ naranja
- La cáscara de 1 limón
para la masa
- 300 g de harina
- 75 g de aceite de oliva o manteca de cerdo
- 100 ml de vino blanco dulce o anisado
- 30 g de azúcar
- 1 pizca de sal
Cómo hacer los bartolillos:
- En primer lugar, ponemos en un cazo 200 ml de leche junto con la canela, el limón y la naranja. Llevar a fuego medio/alto hasta que hierva. Una vez que esté ligeramente hirviendo, apaga el fuego y dejar la cacerola a un lado durante 1 hora o hasta que esté templado. Colarlo y ponerlo en la cacerola de nuevo.
- En los 50 ml de leche fría reservada, poner la maizena y el huevo entero hasta que se derritan. Con la ayuda de un batidor, revuélvelo bien. Agrega esta mezcla a la cacerola con el resto de la leche. Y luego, agrega el azúcar.
- Lleve la cacerola a fuego alto y revuelva constantemente durante unos 10 minutos.. La mezcla debe espesar hasta conseguir una crema pastelera perfecta. Transfiéralo a un tazón y cúbralo bien con una envoltura de plástico para que se enfríe mientras prepara la masa a continuación.
- En un bol, añadir la harina, el azúcar y la sal. Revuelva ligeramente y luego añadir el vino blanco y el aceite o manteca. Remueve con las manos hasta obtener una masa brillante y no pegajosa.
- Después de dejar reposar la masa durante 1 hora, dividirla en porciones de 40 g. Enrolla cada porción en forma alargada con la ayuda de un rodillo. No agregues harina hasta que tenga 1 mm de espesor. Añadir 1 cucharadita de crema pastelera en el centro y cerrar el bartolillo presionando bien los bordes.
- Con ayuda de un cuchillo, recorta los bordes del bartolillo para darle forma triangular.
- Por último, ponemos una sartén a fuego medio/alto llena de aceite, preferiblemente aceite de girasol. Fríe los bartolillos durante 3 o 4 minutos por cada lado, hasta que estén dorados. Sacarlos y dejarlos reposar sobre papel absorbente y luego espolvorear con azúcar glass antes de servir.